Trabajamos en grupos de 4-5 alumnos/as agrupados con diversos criterios, siendo el más destacable la heterogeneidad: sexo, procedencia, competencia curricular y, especialmente, la ayuda (tanto la necesidad de ayuda como la facilidad de prestarla). En el aula podemos y debemos aprovechar el potencial de aprendizaje que tiene el trabajo entre iguales. El objetivo final es "aprender juntos a trabajar solos". Pero tenemos claro que no es baladí la forma en la que se aprende. El aprendizaje cooperativo es la base de la inclusión, algo que es justo, es necesario y, además, es posible. Cada grupo se organiza mediante roles previamente consensuados: coordinador, portavoz, secretario y responsable de material. Además, se establecen en el aula normas de funcionamiento para lograr un aprendizaje funcional y una comunicación fluida (ver imágenes) El uso de diversas técnicas cooperativas, muchas de ellas combinadas, nos facilitan la organización de diversos agrupamientos y el uso de distintos patrones de actividad: individual, pareja, trío, grupo base, grupo de aula.
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